[Fucker Mate] Macho follada y comida de semen con Jessy Ares y Paco
Los polos opuestos se atraen y con qué gusto, pero los polos iguales no siempre tienen por qué rechazarse, sino que muchas veces se unen y se hacen más fuertes. Jessy Ares y Paco no saben exactamente qué les atrajo el uno del otro en aquella cafetería, pero sólo saben que se gustan, que sus pollas les hicieron tilín a primera vista y que eso significaba que querían quitarse la ropa y follar como cerdos.
¿La mirada de cerdos deseando follar? ¿La barba? ¿Imaginar que bajo esa camiseta se encontraba un macho estilo camionero, peludo y formido, con una polla gorda para empotras culos? Quién sabe si fue uno solo de esos pensamientos o todos a la vez los que se les cruzaron porla cabeza, pero acabaron conociéndose mejor, primero en la terraza de la habitación del hotel y después físicamente en el interior.
El placer de palparse los enormes culos con las manazas, el roce de los torsos peludos con buenos pectorales, les puso del todo cachondones. Paco fue el primero en deslizarse hacia abajo doblando las rodillas, lamiendo los pelos, probando pezón y después descubriendo para su asombro que una pedazo polla enorme y gorda apuntando hacia el cielo lo estaba esperando con mucho deseo. Lameneó con la cara, la impulsó hacia abajo con la barbilla y comenzó a lamerla enterita comenzando por los huevos.
A Jessy se le hizo eterno el minuto que tardó en metérsela dentro de la boca y darle gusto con los labios recorriéndosela de principio a fin. Se sentó y se abrió de piernas dejando que le descapullase el rabo a su antojo, no sin antes ponerlo a cuatro patas, cogerle trasero, rabo y cojones y pegarle una larga relamida a todos esos atributos antes de dejar que siguiera comiéndole todo el pollón. NO le fue fácil aguantar y no metérsela directamente, porque según se la chupaba, el cabronazo no dejaba de elevar y menear el trasero bien contento.
Jessy la tenía tan dura y empinada que había trempado en ángulo paralelo total con su torso, con el cipote tocándole la barriga. Necesitaba un descanso si no quería empezar a soltar leche como un descosido. Buscó su particular escape con la polla de Paco, descubriendo un cipotón gordo y grueso con un aro de metal como guinda. Era una polla deforme pero preciosa, con el capullo más gordo que el tronco, el rabo más gordo por la base y más fino por la punta, larga y bastante curvada.
La piel de la polla se le replegaba con bastante facilidad, lo que hizo que pudiera degustar el cipote en toda su grandeza y sin trabas. Dejó que le follara la cara y ya que estaba entre sus piernas, le dio unos toquecitos de lengua al ojete. Paco regreso a mamarle el rabo y Jessy pudo admirar las mejores vistas de su vida. La barba cerrada y negra de Paco y toda la polla dentro de su boca, le daban la sensanción de estar follándose un culo peludo a tope. Sentir el gustazo de los pelos rozándole los cojones era una auténtica maravilla.
El cabrón no le dejaba la polla quieta, siempre con ella en la boca. No se la soltaba pero a la vez se ponía a cuatro patas sobre la cama con el culo en pompa esperando ser follado. Jessy encajó el capullo dentro de su agujero y de un empujón se la metió. No le costó mucho comenzar a darle por el culo con soltura, se notaba que por ese culazo habían pasado muchas pollas y más grandes que la suya a juzgar por lo bien que entraba. Y saber que él era otro afortunado en poder clavarle el nardo le hizo ponerse a trabajar duro para que lo recordase y no ser uno más de los que se lo follaron.
Vaya pedazo de culo, enorme y con un buen par de globos en los que perderse. Para rellenar eso había que tener mucho arte y Jessy supo que estaba dando en el clavo cuando la cara de Paco comenzó a adoptar una expresión de gusto mezclada con dolor y cuando comenzó a gemir. Ese culo se merecía ser patrimonio de la humanidad y ser penetrado por todas las pollas del mundo, porque es lo mínimo que se merecía. Ya podía imaginarlo en sus fantasías, con el culo abierto en mitad de la calle, con los tios haciendo cola, sacándose el rabo duro por la bragueta y metiéndole caña hasta dejarle decorado de lefa, así uno tras otro con un charco inmenso de semen en el suelo de todos los machotes felices. Eso siempre y cuando un guarrete no estuviera con la boca preparada debajo para cazarlas al vuelo.
Pero ahora no había una cola de tios esperando su turno, el culazo era para él solo y tenía todo el tiempo del mundo para recrearse en ese agujero de placer. Se la estaba metiendo de pie, con Paco apoyado en el resquicio de la puerta aguantando las embestidas. Sin sacársela, Jessy le cogió, y tomó asiento en la cama para después tumbarse. Todavía su rabo estaba dentro de Paco, que empezó a saltar sobre la polla metiéndole una paja con el culo.
Paco arqueó el cuerpo para mirar a Jessy frente a frente, los dos con las cabezas pegadas mirándose intensamente, sintiendo el aliento de los gemidos uno encima del otro, poniéndose más cachondos de lo que estaban. Terminaron jodiendo cara a cara, sin parar de mirarse y pegándose morreos a lametones. Fue así como a Paco le vino la corrida, expulsando la leche en todas direcciones desviada por el aro que tenía en el capullo, dejando semillas sobre la cama, sobre su torsopeludo y en los brazos de Jessy que disfrutaba con el aspersor de semen en que se había convertido esa polla.
Jessy iba a correrse y Paco le buscó el rabo con la boca. Jessy aguantó un poco para dejar que llegara y le dio de comer lefa blanquita y espesa como leche condensada. La intención de Paco estaba clara cuando posó la lengua sobre el cipote descargando leche y empezó a abrir y cerrar la boca cada vez que manaba lefa de la raja del capullo. La disfrutó como un cerdo y se la comió, dejando un poco para guarrear y hacer gárgaras a la vez que un buen lefote le salía por la comisura de la boca y le resbalaba espesito por toda la frondosa barba.