[Sean Cody] Benjamin le come toda la tranca gorda a Randy
Por cosas como estas es por las que en los estudios no llevan juntas a sus estrellas en coche hasta el estudio de grabación. Encima los dos en la parte trasera. Randy intenta hacerse el machote intercambiando alguna que otra broma para matar el tiempo y no pensar en nada más, pero el cabrón del cámara empieza a calentar el ambiente y casi invita a Benjamin a probar helado de cipote, o de cipotón, porque sabe perfectamente por anteriores escenas que vio desde casa, cómo se las gasta Randy entre las piernas.
La perdición llega cuando el cámara invita a Benjamin a tocar el paquete de Randy. Benji lleva la mano con mucho gusto y bien abierta. Lo que se encuentra al tacto es incluso más grande de lo que esperaba. Calentita y como un palo gigante, en lugar de dormida, la encuentra morcillona contra el muslo de su dueño. Casi tiene que relamerse con la lengua los salivazos que ya se le caen por la boca sólo de pensar en el pollón que esa tarde le va a cubrir por todas partes.
Con todo preparado en el estudio, a la voz de ya a Benjamin le falta tiempo para descubrir el plátano de sus sueños. El mamón se agacha rápidamente como un condenado, tira hacia abajo de las bermudas de Randy con ambas manos a la vez y observa con un placer inmenso primero la base gorda de la polla y después el resto, un hermoso cimbrel que se pasea grandioso por delante de su cara.
Sabe lo que significa comer con los ojos y quizá aquello es demasiado alimento para él, pero con mucha hambre le agarra el trabuco y se lo lleva a la boca hasta dejarla rellena. Servido por delante, Randy lo pone a cuatro patas y Benjamin siente cómo su culo se parte en dos. La primera penetración parece no tener fin y siente que en algún momento aquella polla gigante le vaya a salir por la mismísima boca de lo larga que es. Después el tiempo pasa tan rápido con ese juguete agujereándole sin parar que casi sin darse cuenta tiene la raja y los muslos encharcados de semen. Por suerte Randy sigue con una buena carga en los huevos como para pegarle una segunda follada y seguir metiendo una fiesta de leche entre sus piernas.
