[Lucio Saints] Lucio Saints desatasca el culo de Yoshi Kawasaki con la polla
Los amantes de los videojuegos recordaréis que Mario ha recorrido mundo a lo largo de la mayor parte de su vida solo, siempre rescatando a la princesa Peach y en compañía de su inseparable Luigi, pero las cosas cambiaron cuando conocieron al dinosaurio Yoshi, entonces se acabó eso de ir siempre a patita de mundo en mundo, Mario ya tenía un buen lomo sobre el que reposar su culo y montarse.
No se llama Mario el protagonista de este nuevo video juego, se llama Lucio Saints, que se ha comido una de esas setas rojas que salen de los bloques al golpearlo con la cabeza y se le ha puesto la polla de grande como a un caballo y sin quererlo comparten dos cosas, a un Yoshi al que montarse y que los dos son fontaneros con un desatascador enorme que funciona a las mil maravillas, capaces de desatascar todo agujero que lo necesite, recorriendo tuberías como les viene en gana porque saben muy bien cómo manejar su herramienta, uno porque casi se ha convertido en parte de su cuerpo y el otro porque realmente la lleva fusionada en su anatomía, en una entrepierna entre la que muchos nos gustaría perdernos.
En el cuarto de baño como los mejores fontaneros, rodeados de baldosas que no hacen otra cosa que hacer rebotar el sonido de los gemidos y el antojo de una buena polla dentro de la boca. Así se dedica a desatascar Lucio Saints a Yoshi Kawasaki el primer agujero. El chavalito se encariña con el rabo y posa los labios como ventosas desplegándolos un poquito más cada vez hasta arropar la base con ellos y atragantarse entero.
Reluciente como una patena le deja el nabo, rebotando sobre su carita llena de escupitajos mientras le come los huevos y es que Lucio ya se ha encargado de darle buenas hostias, incitándole a metérsela hasta el fondo, escupiéndole y forzándole la garganta con la intención de que después pueda tragar otros rabos mejor. Y lo bien que le quedan a Yoshi los pelos del rabo de Lucio como bigote y los cojones pegaditos a la barbilla cuando la tiene toda dentro, relleno de calor de hombre.
Le sigue haciendo el trabajito sobre la taza del water, pajeando y rozando con sus labios esa polla de macho pelón, acoplando la manita entre las piernas, cogiéndole de las pelotas y aplastándolas como plastilina o más bien como si fuese un sistema de bombeo, presionándolo con los dedos como intentando sacarle leche y que así sea más divertida la mamada con sabor a lefa calentita. Seguro que algo sale, pero entre tanta chupada se mezcla con la saliva y sólo él puede percibir ese saborcito de lujo, como un ferrero rocher, chocolate rico en una fría noche de invierno.
Estos orientales son super duros, se ve que a base de programas como Humor Amarillo han conseguido hacer cosas imposibles e impensables. Ese rabo sigue creciendo a medida que pasa el tiempo y cuando parece que no podrá tragárselo entero porque ha llegado al máximo de su capacidad y le faltan aún unos cuatro centímetros, el cabrón pega un último empujón y de nuevo se mete los pelos del pubis por las narices. Es de esos momentos en que uno pondría rayos X para ver dónde coño ha conseguido meterse todo el nabo, seguro que le ha traspasado la garganta.
Se la come con tanta ansia que hasta Lucio tiene que retraer un poco el culo al notar esa sensación de que la mete en el puto vacío y está a punto de vaciar los cojones de un momento a otro. Cubierto de saliva hasta en las orejas, Yoshi quiere polla por el culo, se levanta y lo abre bien acercándolo poco a poco hasta rozárselo con el capullo de ese pollón, intentando sentarse encima y sentir el gusto de una buena tranca atravesándole. Lucio le hace desearlo un poquito más. Mientras, le pega en el pandero unos cachetazos y le mete el dedo por el culo preparando el duro camino. Como un nene malo, se lo pone sobre las piernas y le pega unos azotes.
Llega la hora del fontanero de desatascar la tubería principal. Aunque al principio cuesta, como buen profesional sabe que meterla toda dentro y bombear es la mejor de las opciones, aunque las tuberías se resientan y retumben los gemidos por toda la estancia. Yoshi la recibe con la boca abierta, si le tapan un agujero, pues él abre el otro en la misma medida. Se va a ir arregladito a casa después de pasar por las manos de un profesional. Ya no sólo puede respirar mejor sinmo que ahora además tendrña el culete preparado para cualquier macho que quiera hacerle suyo después de pasar por esa pedazo mazorca que ahora le taladra el ojete.
Yoshi se pregunta si eso es amor, porque está sintiendo mariposas dentro del estómago, pero no son mariposas, es el amor del cipote de Lucio intentando colarse lo más adentro posible. Y para demostrarle todo el amor a fondo, lo coge en volandas, se enfunda el plástico del condón a la base de la polla y ya se encarga Yoshi de exhar una mano hacia atrás para reconducirla hasta el hueco de su culo y empezar a saltar como un mono colgado del tronco de un árbol pero recibiendo mucho más placer a cambio.
Qué bien saben los perros que el lugar más fresquito de la casa es el suelo frío del baño. Cuando hace calor todos los perros caen en el mismo sitio. Polla y culo estallan en calor, pero para aliviarlo Lucio y Yoshi plantan las rodillas en el frío suelo. Lucio mira su gran trabajo, un culito abierto y desatascado, pero aún siente la necesidad de pulirlo metiendo un poco más de polla. Otro cliente contento.
Para finalizar sólo queda el sellado. Es lo que peor se le ha dado siempre a Lucio como fontanero. No sabe cómo coño lo hace pero siempre la termina echando donde no debe y una vez más vuelve a fallar cuando se dispone a sellar la primera cañería. De repente la herramienta se le descontrola y empieza a soltar silicona como una puta regadera a chorrazo limpio y sin medida, dejando un trabajo que podía haber quedado como los chorros del oro, como un puto donut cubierto de leche. Por suerte Yoshi se las apaña para que no quede mal del todo, apretando la manguera para sustraer las últimas gotas de líquido y poniendo él también un poco que traía ya de casa.
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