El plano cercano de una polla enorme frotándose contra una toalla encima de la cama, el pellejo intentando cubrir el capullo y al ratito descubriéndolo, así empieza una pajilla sin manos del que pronto descubrimos a su poseedor, Joel Birkin, el famoso chaval de la polla gigante, del que allá por abril de 2012 nos preguntábamos su identidad cuando los cuatro chavales de Kinky Angels se pusieron alrededor de su rabo gigante y le metieron una de las mamadas más flipantes que recuerdo, a cuatro bandas y disfrutando como locos lamiendo y merendándose toda la corrida que salía de sus pelotas como cerdos, y que dejé bien documentada entonces por si quereis leer, no tiene desperdicio.

Han hecho falta más de dos años para volver a verle. Hace poco protagonizó una paja a solas para los estudios de Bel Ami, pero por fin le han convencido y se ha animado a protagonizar una escena sexual con otro chico y por supuesto para el debut, para sentir esa tranca gigante entre las piernas, no podía faltar como compañero de viaje el gran Jack Harrer, que cada día que pasa está más guapo el jodio. Esto de poder ver la evolución de un actor porno, cómo va creciendo y poniéndose más bueno es un lujo. La escena que protagonizan es una de las que más me han gustado, de las que merece conservar en el disco duro y que tienen más de un visionado, porque creedme que se os van a abrir los ojos como platos y vuestra polla va a pedir correrse a gritos al ver los dos pedazo nabos de estos dos juntos en movimiento.

Tras hablar un rato con la cámara contando cómo Kevin Warhol acapara siempre a los nuevos actores y folla con ellos sin dejar nada para los demás, Jack aprovecha su oportunidad, se desliza por el cuerpo de Joel y le planta toda la lengua en el ojete del culo peludo dándole gustillo. Introduce una mano por debajo de su cuerpo y le coge todo el rabo haciéndole darse la vuelta. Jack se la coge toda enorme y la menea como si fuese un palo. Es increíble ver un pollón tan grande y largo moverse como lo hace el de Joel ante los zarandeos de Jack, que lo siguiente que hace es la tremenda burrada de juntar su polla con la de él para pajearlas juntas y medirlas piel con piel.

Para los que nos molan los rabos gigantes esto es una locura, dos de las pollas más grandes del porno ahí juntitas y bien pajeadas. Una puta delicia, la mano de Jack Harrer no es capaz de abarcarlas enteras de los gordas que están, pero eso no evita que meta un buen pajote una contra la otra pegaditas, con los capullos a punto de reventar. La pantalla se llena de rabos gigantes un buen rato y entran unas ganas terribles de correrse al ver esas cosas tan grandes. La cámara encima la muy cabrona hace un primer plano a los cipotes gordos con la piel cubriéndolos y desprendiéndose a cada manotazo. Enhorabuena al que consiga no soltar toda la lefa viendo esto.

La paja se intensifica con el contacto de sus bocas hambrientas. Jack cada vez hace resbalar más su rabo por encima del otro, apretados aún entre su mano. Están deseando rellenarse los mofletes e hinchárselos de polla y de momento se alimentan con besitos y gemidos. Ale, a comer los dos a la vez y nada mejor que un sesentaynueve para hacerlo y disfrutar. Joel se la mete directa en la boca, Jack prefiere deleitarse un poco antes de hacerlo. Con la lengua le mete un repaso desde la base hasta la punta varias veces antes de probar lo que tantas ganas tenía desde que hacía dos años no lo probaba.

La primera vez que vi la escena, no pude evitarlo, al verlos así con las bocas taladrándose el uno al otro con sus dos pollas enormes y emitiendo sonidos glotones, el rechupeteo y los huevazos moviéndose, escupí lefa como un campeón. Joder, y después dicen que por qué nos molan las pollas grandes, sólo hay que ver esto para saber que es un vicio incontrolable, la leche sale sola. Más de un reventón se merecen estos, una auténtica locura de mamadas, el pollón de Jack rebotando por encima de la cara de Joel que le succiona todas las pelotas, dando lengüetazos rápidos alrededor de la raja del cipote, Jack pajeando el trabuco enorme de Joel, mirándolo con ganas y después merendándoselo dando unos buenos cabezazos de lado a lado inetntando exprimirlo.

Cuando Jack considera que ya han comido suficiente nabo, se pone boca arriba abriéndose bien de piernas, llevando las rodillas al pecho y sacando todo su rabaco destacando entre ellas, pajeándoselo lo más cerca posible de la carita de Joel que ya se acerca con la lengua preparada para penetrarle el agujero. Joel también se hace una pajilla a su manera, dejando su colgante inmenso contra el borde de la cama, destacando todo ese mandoble contra el blanco del edredón. Cómo está el tio, para agacharse y pegar un repaso con la lengua, hasta ordeñarle si hace falta y poner la boca debajo tragando lefa.

De lado, con un primer plano para que veamos cómo se penetra un culo, sin condón ni hostias, así es como Jack Harrer se convierte en el primer chico en probar ese deseado rabo dentro del culo. Para Joel Birkin también es una experiencia nueva, por fin hay un culito capaz de tragarse su polla entera, sentir cómo entra apretadita. Le bastan unos minutos para coger confianza con el culazo de Jack, ponerse de rodillas sin sacarle el rabo y enfilarle. Es precioso ver todos sus cojones colgando, rebotando cada vez que se la mete, tocándole con ellos la base del culete.

Cabeza con cabeza, nariz con nariz, cerquita el uno del otro, mirándose a los ojos, así se quedan un rato echándose el aliento de gusto, escuchando sus gemidos mientras más abajo se monta la fiesta. La acción ahí no tiene desperdicio, la cámara saca un plano que es casi un soborno para cargarnos más los huevos, desde abajo, dejando que veamos ese pedazo de pollón atravesando el culo, con todas las pelotas contoneándose ante nuestra mirada haciéndonos caer hipnotizados.

Jack se pajea duro y termina echándose un buen manguerazo de leche calentita encima, que le llega hasta el valle entre los pectorales, regándole en el camino todos los pelillos rubios bien monos y con algunas gotas salpicando en sus muslos. Joel se agacha para limpiar las sobras, le coge todo el tronco y mama como loco saboreando el pringue de lefa calentito para después compartirlo boca con boca.

Los dos aún tienen muchas ganas y continuan follando. Jack encorva la espalda sobre la cama y Joel se le pone detrás de pie. Otra vez un primer plano matador, con el rabo entrando por el culo. Dos tios guapetones, rabos enormes, cojones moviéndose a cada meneo. Rápidamente cuando Joel no aguanta más y tiene la polla a punto, se la saca, Jack se agacha y pone la boca a un centímetro del capullo hasta que recibe una ración extra de leche. Ahí se queda recibiendo encima de los morros, dentro de la boca. Jack no se queda quieto y menea la cabeza, saborea con la lengua, aprieta el rabo hasta sacarle la última gota. Con todos los lefotes cayendo por la boca, Joel se agacha para probarlo de sus labios. ¿Hay algo más bonito que ver sonreir a un tio guapo con tu lefa encima?

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