Lo sé, muchas veces cuando vemos a algunos jugadores de fútbol que nos gustan en el campo a balón parado, la vista va irremediablemente a su entrepierna y mola ver el paquetón que marcan, ese abultamiento que se adivina mejor si los calzones de deporte son blancos, y hay paquetones que son de otro nivel, de los que tu mente te obliga a imaginar cosas muy pero que muy cerdas. Los vestuarios me encantan y sigue siendo una de mis fantasías el follarme a todo un equipo entero de futbolistas potentes.

Es lo que tienen los gayumbos de los futbolistas, una tela super fina y que tiende a marcar. Lucio Saints nos trae a un nuevo talento que sabe cómo marcar aún en fuera de juego, Ivan, madrileño, le encanta el fútbol y por eso han decidido que se casque un buen pajote para fantasear, con los calcetines, los pantalones y la pelota. Tiene un atractivo encanto de machote joven y un cuerpazo delgadito pero definido. Y lo que cuelga entre sus piernas es un buen silbato, para hacerse árbitro y no parar de chuparlo.

El tio se la masajea notando el contacto de su rabo duro contra la tela del pantalón. Se le marca todo, lo que parece ser una polla dura y gorda y un buen par de huevazos, y de vez en cuando con el frote, por el lateral se puede ver el tamaño y el color, un rabo morenito y delicioso. Necesita hasta las dos manos para darse el masaje por todo el rabo. De repente decide destaparse el lateral y sacar la polla por ahí para que tome aire. Lo que aparece es la hostia, pedazo carne que saca, una buena porra a la que aún le falta un poco de pajeo para estar super dura, pero que está potente y gorda, la saca además acompañada de los huevos, que este para dar de comer tiene un buen rato.

El masaje continúa ya con el rabo fuera, se la agarra y para demostrarnos el potencial que tiene entre las piernas, se la agarra y se da unos buenos pollazos contra el muslo. El choque suena estupendo y no cuesta imaginarla chapotear en un buen culo.El balón también va a ser protagonista, sobre todo al final, pero de momento también goza de la polla del chaval, que no contento con darse golpes en el muslo, la tiene tan gorda y larga que sólo tiene que inclinarse un poco hacia un lado para darle pollazos al balón con la punta del capullo.

En la piscina me encanta mirar a los tios que salen por el borde, cuando se nos pega el bañador y nos marca todo el rabo. Hay algunos impresionantes que parece que están empitonados y otros que es para caerse rendido ante sus piernas porque se les marca un rabo gordo y largo hacia abajo haciendo alarde de un tamaño enorme. Ivan se la vuelve a esconder y el tamaño del rabo queda patente por debajo de la tela, marcándose enterito. El momento bajada de pantalones es algo que nunca me cansa, ver salir buenas pollas colgando es un vicio, y si tienes la cara delante mejor que mejor. Ivan se los baja poco a poco hasta que deja su rabo colgando, medio duro, largo, gordo y venoso. Lo mantiene queto en el aire para admirar su potencia y lo menea un poco.

No tarda en coger apoyo en el sofá para empezar a pajearse toda la polla mientras nos muestra también lo que es la abertura de un precioso culito. El chaval es hetero, así que quizá nunca podamos ver cómo se comporta con un buen rabo en el agujero. Lo que no cuesta nada es imaginar su mano sustituída por el culo de otro tio ensartándose su polla y esa cara de gusto y de cabronazo follador que pone con la mirada medio perdida y los ojos brillantes. Menudo lobo, cómo abre la boquita y saca los labios cuando siente el gusto de su polla.

Hay una cosa que me encanta con algunos tios heteros, que a alguno que otro he pajeado, y es que hay un momento en que lo tienes tan cachondo que yo creo que a Ivan con esa cara que pone de gusto, le pones a comer rabo y no se resiste. Los tios entramos en ese estado zombie total en que nos está molando tanto y nos da tanto placer que nos abandonamos. Ivan sigue haciendo biceps y antebrazos meneándose la zambomba. Le está creciendo que es una puta maravilla, se la agarra y se la zarandea y hasta se la estampa contra los adominales que casi le llega al tio hasta la mitad del torso. Vaya cachetazos se da.

La cámara situada desde su punto de vista y mostrando la verga en primer plano es irresistible, a cada pajeo que se mete es imposible no imaginar esa polla entrando dentro de un culo y bombeándolo, delirio total, hambre de polla de macho ON. Entran ganas de sacarle la leche. Ya cachondo total , decide finalizar la paja a lo grande, tumbado en el sofá e incrementando la velocidad del pajeo con el balón muy cerquita de su rabo para terminar el partido con golazo. A la voz de un ahogado «que me corro», el tio le lanza unos buenos lefazos directos a la pelota. Seguro que a más de uno no le importaría dejar limpia la pelota para el siguiente partido.

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