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Malik Delgaty, Dom King y Filou Fitt desafían al Caesar Mr Deep Voice metiéndole unas buenas folladas a pelo con sus enormes vergas | MEN

Dawn Of The Gladiators Part 4

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Ave Caesar, los que van a follar se presentan ante ti. Dom King o Filou Fitt, sólo uno de los dos saldrá con vida del coliseo cuando esa tarde se den cita en la arena, no sin antes presentar sus respetos hacia Mr Deep Voice. El Caesar sabe a lo que juegan los hombres y lo emplea a su favor. Sabe que cuando ven peligrar sus vidas, cuando todo está a punto de acabar para ellos, se arrodillan y piden clemencia. Y ahí está entonces él para sacar beneficio de la situación.

El cuerpo masculino desnudo, una de las cosas que más le maravilla del mundo, el auténtico placer de la vida. Ante su pueblo intenta ser fuerte, hasta despiadado, pero cuando tiene la carne cerca es débil y peca. Su mirada se pasea por los torsos desnudos de Dom y Filou. Son fuertes, están cachas. No se conforma con un pretendiente, ni con los dos que tiene delante. Hace pasar a su guardia Malik Delgaty, su mejor hombre. Le ordena que desnude a esos dos tios de cintura para abajo y que él también lo haga.

Contempla a esos tres machos desnudos ante él, se muerde el labio y ladea la cabeza de un lado a otro de lo mucho que le gusta. Ellos intentan mantener la compostura, pero mirarse de soslayo y saber que el Caesar no para de mirarles el miembro viril, hace que las pollas enseguida se les pongan tiesas. El Caesar les ordena tumbarse en el camastro, se sube encima de ellos y les empieza a comer las pollas erectas, largas, enormes y bien duras.

Empieza a tragar la de Filou con ganas. Los otros dos inclinan la cabeza hacia arriba para mirar al lado y lo que ven se la pone más dura todavía. El Caesar se la está comiendo hasta los mismísimos huevos, enterita. Y no entrañaría mayor misterio si no fuera porque Filou la tiene gordísima. Empiezan a ponerse cachondos nada más empezar. El Caesar se ha desnudado también de cintura para abajo y su culo está al lado de la cabeza de Malik, que no puede obviar esa obra de arte redondita y blanca. Le planta la mano encima y la palmea.

Él es el siguiente en recibir la gran mamada. Estaba absorto agarrando la pija de Dom, intercambiando paja, cuando su mano es sustituida por esa boca que, viendo el tamaño de verga que le espera, escupe encima para chupar mejor y se la traga también hasta las bolas. Malik la tiene algo más larga que Filou, así que se esfuerza por hacerle tragar culeando desde abajo y follándole la puta boca.

Los tres las tienen enormes. Llega a la de Dom con tremenda facilidad, tanta que a las primeras de cambio ya la tiene enterita dentro. Malik pierde el respeto a la autoridad, coge a su Caesar por el cuello y le ayuda a tragar rabo, zarandeando su cabeza arriba y abajo para que le entre hasta por la garganta. Tras la primera pasada de descubrimiento y sorpresa, en la segunda no se quedan quietos.

Le besan, acercan posturas, le fostian la cara, le ponen a cuatro patas dispuestos a follárselo allí mismo, en sus acogedores aposentos. Malik es el primero en tomar ese culo blanquito. Se suelta un gapo que va directo a su polla, se agacha para escupir a la raja del culo. Se masajea el glande distribuyendo su saliva por su enorme pene y lo conduce hacia el interior de ese precioso culazo sin condón.

Le machaca por detrás, enamorándose de la forma en la que esas pomposas nalgas se mecen y tiemblan cada vez que él se la mete entera y se las hace rebotar con las caderas. Por delante, Filou no para de rellenarle la boca de polla. Malik siempre había tenido ganas de hacerle aquello. Hasta ahora había tenido que permanecer montando guardia mientras a sus espaldas escuchaba el sonido de las mamadas, la rabia de las folladas, el placer de las corridas. Ahora tenía la oportunidad de demostrar aquello para lo que había nacido, aquello que mejor se le daba.

Después de varias enculadas, a su Caesar le flojean las piernas. Malik le coge de los muslos y lo acerca de nuevo a él para meterle otra tunda antes de que se dé la vuelta y ofrezca su culo a otro hombre. Filou se agarra la pija tiesa, apunta hacia el culo para meterla, no sin antes resoplar de vicio al imaginar la que se viene. No es sólo lo redondito de ese culo, es que tiene algunos pelazos que le encantan. La tiene tan dura que no le cuesta meterla hasta el fondo y follárselo.

Por delante el Caesar ahora tiene a su guardia. Jamás le habría dejado que hiciera lo que hizo, cogerle por la barbilla, darle un par de hostias en la jeta y escupirle en la boca. Pero en la cama todo vale y por eso esta vez le deja hacer lo que quiera, porque el tio está buenísimo y la tiene enorme. Mientras Filou se lo folla a pelo, él se traga la tranca de Malik y luego la de Dom, que se acerca para empezar a abrirse camino en ese juego.

Él es el siguiente en darle por detrás. El torso velludo y masculino de Dom despierta pasiones, tenso al meterla, con todos los músculos marcaditos. Malik y Filou le ayudan a probar cosas nuevas. Ponen al Caesar bocarriba y le abren de piernas. Filou se encarga de mantener apartada la pierna derecha y Malik la izquierda mientras Dom se pone en medio y arrasa con ese agujero.

Cuando ve que entra de lujo, se relaja y se inclina ante el Caesar en posición de flexiones. Malik planta la mano en el culazo de Dom y se encarga de hacerlo rebotar para que le penetre más a fondo y mejor. Dom usa bien su turno y le brinda una pedazo de follada que le deja loco, con la frente y el flequillo del pelo sudados. Malik, el guardia y el más jovencito de los tres, aprende rápido. Cuando Dom le deja hueco, enseguida sigue sus pasos y él solito se encarga de abrir de piernas a su Caesar y de destrozarle el culo a pollazos.

No aguanta más, se va a correr. Malik saca su miembro del culo, se pajea la polla bien larga y dura y empieza a soltar propina, lanzando una lluvia de lefazos sobre el brazo del Caesar y sobre su estómago. Mr Deep mira el pollón y la leche que le ha dejado encima con orgullo. Le deja acabar, soltar las gotas que le quedan dentro y admirar su obra magna, pero le manda de nuevo a montar guardia, pues aún tiene un asunto importante que resolver con los dos gladiadores.

Les vuelve a tumbar en la cama y se los cabalga uno a uno. Empieza por Filou. Hasta ese momento, hasta que no toma el control y es él quien se la mete dentro, no se da cuenta de lo grande y gorda que la tiene. Le regala el culito que Filou acoge con ganas entre sus manos. Se lo traga saltando una y otra vez. Le encanta. Al mirar al ladpo ve a Dom, tan apuesto. Le coge la minga y se la pajea. Espera con ganas darle su turno, pero antes se pone de lado para que Filou le haga la cama y demuestre sus dotes como amante.

A Dom le monta del revés, dándole la espalda, dejando que vea cómo su gran miembro entra por su culito. El Caesar ya está eln las últimas. Gozar de tanto hombre le está haciendo llegar al límite. Con su culo sentado en el pollón de Dom y este haciendo esfuerzos por follárselo con el poco hueco que le ha dejado, el Caesar se pajea con avidez. Filou y él se miran fijamente, tocándose frente con frente, echándose el aliento. Todo fluye. La leche profilera del rabo del Caesar mojándole el puño y el interior de los muslos.

Se baja al suelo y se pone de rodillas. Un gladiador a cada lado espada en mano, dispuestos a dar lo mejor que tienen. Los dos mano a mano pajeándose sobre su cara. Casi a la vez le sueltan la leche encima, Filou disparando sin querer contra su contendiente con un buen e inesperado chorrazo cargado. El Caesar sonrie al verlo, con la jeta bien sucia, coge las dos pollas y saborea el manjar que tienen encima. Cumple su promesa. Ninguno de los dos perecerá, no al menos esa tarde. Más le vale haberlo disfrutado, porque el Caesar no sabe que ese manjar será lo último que pruebe.

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