
El presidente Ballard le hace una mamada al mayor Addison y le mete el dedo por el culo hasta que se corre | Mormon Boyz
Al mayor Addison lo apodaban el pequeño pinocho, no porque fuera de madera ni tuviera la nariz larga, ni mucho menos, sino porque sabía mentir demasiado y porque lo que se le ponía larga como un palo cada vez que mentía no era precisamente la nariz, sino la tremenda palanca que tenía entre las piernas.
Una y otra vez lo pillaban cometiendo fechorías y una y otra vez él lo negaba. Hasta que llegó un día en que al presidente Ballard se le hincharon las pelotas, lo llevó a su sala, le dejó desnudo para poder verle el paquete y comenzó un interrogatorio en el que cada respuesta a una pregunta se saldaba con la polla empalmada del chaval, un signo inequívoco de que le estaba mintiendo.
En el fondo al presi le daba pena el chaval, al final hasta le resultó graciosa su forma de ocultar las mentiras en forma de empalmada de rabo. Cuando Addison vio que se abalanzaba hacia a él, temió una soberana reprimenda y unos buenos azotes, pero lo que hizo el presidente fue bajarle los calzones, meterle un dedo por el culo poniéndosela a punto de nieve y merendarse toda la tranca.
Cara a cara, mirándose fijamente, con el dedaco de Ballard entrando y saliendo por su ojete, Addison se cascó un pajote sacándose toda la leche de los huevos, gritando entre gemidos que prometía no volver a mentir nunca más. Prometer es una cosa y cumplir otra muy diferente. Os diré que nunca dejaron de llamarle el pequeño pinocho.
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