Ace Era se folla los culazos de los quarterbacks Tyler Roberts y Dave Slick y se relamen la lefa | The Slutty Professor Ep.3 | Naked Sword
El semestre estaba a punto de terminar y el profesor Ace Era, seguramente por su apariencia de empollón, todavía no había mojado el churro en ningún culito del instituto, en el que la mayoría de chicos dedicaban sus horas de aprendizaje extraescolar a comer rabos o abrirse de piernas ante un docente de buen ver. Ace se deprimió al cruzar los pasillos y escuchar los gemidos tras las puertas.
Él quería hacer lo mismo, así que se metió en su laboratorio y se puso manos a la obra para crear una poción que le ayudase en su propósito. Al tomársela, cayó de bruces en el suelo del laboratorio y cuando despertó vio que su cuerpo se había convertido en el de todo un machote empotrador. Con el subidón, lo primero que hizo fue mirarse la polla, la cara y los músculos y arreglarse como un chulazo para colarse en el local gay del campus. Tenía que aprovechar el tiempo y zorrear al máximo petando culitos y con esa pinta candidatos habría a montones.
En la barra encontró a Tyler Roberts y Dave Slick, los dos los mejores quarterback del equipo del instituto. Se pasaron mucho tiempo escondiendo su relación y fingiendo que les gustaban los chochitos como a todo buen jugador de fútbol, pero el día que les pillaron dándose por culo en los vestuarios en plena noche, ni siquiera coló la historieta que intentaron contar para salir del paso, con eso de que era un ajuste de cuentas para ver quién se convertía en el titular.
Dos quarterbacks tenían que joder de puta madre y le venía de perlas. Ty y Ace, los dos de constitución similar, agacharon a Dave y le pusieron a comer pollas. El chavalín, claramente menos corpulento que esos dos machotes, no daba a basto con los dos pedazo de rabos. Y encima aquellos dos cabrones se estaban morreando por encima de su cabeza.
El profesor y Ty le devolvieron la mamada. Dave tuvo que contener las ganas de correrse más que nunca en su vida cuando esos dos tiarrones plantaron sus labios en la base de su rabo y empezaron a masturbarlo al unísono subiendo y bajando las cabezas. Qué feliz habría sido expulsando la lefa y viendo esas boquitas besándose con su semen. Ya habría tiempo para eso.
Ace nunca había visto la pollaza de Ty, sólo había escuchado que estaba muy bien dotado. Era larga y muy gorda, parecida a la suya pero más larga incluso y le puso el culo para que se lo follara a placer mientras él se dedicaba a seguir mamando la polla al chavalín. Después de que lo dejara bien follado, tuvo claro que no se iría por la puerta del bar sin haber machacado esos culos.
Primero se la metió a Dave y le hizo correrse encima. Antes de eso, Ty se machacó la polla corriéndose también encima del chico. Ace se había prometido zorrear y cumplió su promesa. Relamió la lefa de los dos encima del cuerpo del chaval hasta dejárselo limpito y con la boca llena de su semen la acercó a su boca y empezaron a juguetear con ella. Joder con Ty cómo se acercaba también a jugar con la leche de las pelotas de su pequeño quarterback.
Con la autoridad que le daba el hecho de ser el más corpulento de los tres, Ace hizo ponerse de rodillas a los dos deportistas. Les tenía como perretes esperando su almuerzo, con la boca abierta y las lenguas por fuera. Les brindó la victoria de la leche de sus huevos. Ty, que había cazado más lefa, acercó su boquita a la de Dave para pegarle un morreo y compartirla. Le dejó los labios llenos de semen y empezó a relamérselos como un puto cerdo. A Ace le encantó el jueguecito que se traían esos dos y se agachó para probar de su propio semen también. Ahora ya podía dormir tranquilo lo que quedaba de semestre, con los morros mojados de leche de tres sabores bien podría.
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