Colby Chambers preña el culazo de Dan Evans en el picnic | Colby Knox
La tarde de picnic prometía ser para Colby Chambers y Dan Evans una suerte de comida rápida para así después tener tiempo de tomar un baño a la orilla del lago y jugar al frishbee, pero derivó en algo de lo que los dos tenían muchas más ganas. Chanclas, bermudas y camisetas descansaban ahora sobre el cesped que rodeaba el mantel donde se servía la mejor comida.
Sin duda que Dan tenía la boca llena, pero no de sandwich, sino del pollón de Colby. El cabrón no se despegaba mientras enseñaba su precioso culazo desnudo, redondito, con las piernas entreabiertas por las que se podía ver su rabo cada vez más duro y sus pelotas. Hacía un ambiente agradable, con algo de brisa y mucho sol, perfecto para dar rienda a las fantasías. Colby estaba deseando atizarlo.
Le metió la polla dura y larga sin condón. Amaba esos mofletes colorados de Dan. Se inclinó sobre él, le abrazó y no le dejó escapar. Con las frentes pegadas y mirándose a los ojos, se dijeron lo mucho que se necesitaban el uno al otro. Era tan agradable tenerle así, penetrarle, escuchar de cerca sus gemidos, queriendo que se la meteria más fuerte y más a fondo, mientras sus pelotas le acariciaban el estómago cada vez que lo empotraba.
El tiempo que hacía invitaba a cabalgar, así que Colby se tumbó y dejó que Dan se convirtiera en un vaquero sobre sus piernas, clavado en su fornido rabo. Luego le cubrió por encima, pinchando su culo una y otra vez sin descanso, sumergiendo su polla dentro de ese lugar tan apretado que terminó por vencerle. Colby se quedó quieto, sus piernas y todo su cuerpo temblaron al preñar el culazo de Dan.
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