Brad Hunter empalma y monta una buena tienda de campaña debajo de unos calzones jockstrap | Bentley Race
La pollaza de Brad Hunter es imparable y un trozo de tela no va a impedir que su pedazo rabo se salga por la tangente y encuentre la forma de salir a respirar aire puro. Para quien no esté puesto en tipos de calzoncillos, los jockstrap son unos tipo slip, suspensorios, que están abiertos por la parte de atrás, perfectos para quienes buscan estar sexy y a la vez estar preparados para que un tio les folle como se merecen en un aquí te pillo y aquí te cepillo con un simple movimiento de polla.
Este tipo de gaymbos son los que lleva Brad hoy, además combinados con una tela tipo de esparto, por lo que es mirar su entrepierna y acordarme de los romanos, con esos taparrabos que dejaban tanto a la imaginación. El problema es que Brad no deja lugar a que imaginemos, porque en cuanto empieza a empalmar, la parte delantera de la huevera empieza a ceder y ya no hay quien lo pare.
Su pollaza es enorme, larga y gorda como una anaconda. Para él, que está acostumbrado a mirársela, le parece de lo más normal, no es consciente de las pasiones que despierta al resto de tios cuando se queda en bolas con la pija colgando entre las piernas. Zampárnosla enterita es lo que nos apetece, aunque nos atragantemos en el intento.
Si superas la prueba de chupársela mientras le miras a la cara y te derrites cuando se pasa los brazos por detrás de la cabeza enseñando sus sobacos algo peludos, puede que te deje explorar su parte trasera, tan rica como la delantera, con un culito suave y de apariencia casi virginal, un ojete rosáceo en el que hundir los morros, hacer penetrar la lengua y después descubrir centímetro a centímetro metiéndole una buena verga, mientras su polla se zarandea entre sus piernas y te fostia los huevos.