[Hard Kinks] Max Toro empotra a Martin Mazza entre artilugios sexuales en la «Tienda de Tortura»
Hay tios que no van con medias tintas. Tipos duros a los que no les van eso que llaman mariconadas de besitos, una lengüita saboreando las pelotas y la barra tiesa o hacer caricias en la rajita del culo antes de meterla. Ni de coña, Max Toro es de los de meter escupitajos, humillar un poco a los chavales que quieren gozar dentro de su tienda de artilugios sexuales, de todas las guarradas que le encanta hacer y de enchufar la polla toda dura al completo dentro del ojete hasta ponerlo bien rojo de la follada que les mete.
Pero aunque le parezcan mariconadas, al final Martin Mazza consigue hacerle entrar un poquito en razón dentro de su juego y logra acariciarle la polla por fuera de la jaula donde está atrapado mientras Max le mete el dedo gordo dentro de la boca para que se lo chupe simulando que es su nabo. En el fondo le encanta, pero tarda poco en volver a sacar su lado más gamberro y salvaje y termina convirtiendo a Martin en uno de sus adorados juguetes sexuales, haciendo con él lo que quiere con tal de darse gusto a la polla hasta correrse.
Menudo reclamo tiene el tio con la tiendecita de artilugios, seguro que mientras echa la leche de pie frente a su recién estrenado amiguito, ya hay cola fuera para sentir la fuerza de este macho empotrador y llevarse a casa un buen recuerdo.