Hugo Castellano se folla el culazo de Dani Robles dentro del almacén en «Down N Dirty» | Men At Play
Como jefe de la empresa de construcción, a Dani Robles le habían llegado buenas referencias de uno de sus encargados. Un chico alto, guapo, con acento andaluz, desinhibido, simpático, graciosete, un cuerpazo y con una medida bastante superior a la media de los hombres entre las piernas.
Dani pudo comprobarlo con sus propios ojos la primera vez que fue a la obra donde estaba trabajando. Se quedó el tiempo suficiente para que a Hugo Castellano le diese por ir a mear. Le dijo que lo acompañaba y los dos se metieron a solas en el improvisado baño con paredes de metal, se sacaron la chorra y Dani miró de reojo a un lado hacia abajo. Sólo diré que se relamió los labios sin darse cuenta.
Avance «Down N Dirty»
El que no se dio cuenta de nada fue Hugo, que después de echar la meada, se la sacudió con fuerza provocando una erección a Dani, al que no le dio tiempo a ver con sus ojos, porque enseguida se escondió como pudo esa pitón en los calzones y salió de allí. Nada le hacía pensar que ese hombre lo había esperado para poder verle el rabo.
Por eso no entendió absolutamente nada cuando Dani lo citó para una reunión de equipo en el almacén, entre sacos de pasta de juntas y cemento, a solas, se acercó decididamente a él, cada vez más cerca y le pegó un morreo. Hugo estuvo a punto de darle una hostia, pero el cabrón de su jefe le estaba metiendo toda la lengua y sacando la polla por la bragueta. Lo tenía pillado por los huevos y qué coño, le gustaba cómo lo hacía.
Si su jefe quería rabo, pues toma rabo. Dani chupó con ansias hasta que le caían las babas por la barbilla. Estaba claro que no le había reunido allí sólo para chuparle el nardo. Hugo le puso contra una pila de sacos, le pegó unos lametones en la raja del culo, se colocó un condón que casualmente siempre llevaba en su trajeado vestido para ocasiones especiales y se la enchufó a su jefe follándole el culo como un animal.
Dicen que después de aquello, Dani se aficionó a los pollones currelas y dejó que toda la plantilla a cargo de Hugo le forrasen el ojal con la polla. Afortunadamente todos estaban igual de bien dotados o más que su encargado. Como para no aficionarse a eso.
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