[MEN] Capitán América Gay XXX Parte 1: El Capitán América Alex Mecum y su fan Jay Roberts se follan en el pasillo
Se enteró en el club de fans de superhéroes donde los amigos quedaban cada sábado por la tarde para compartir fotos e informaciones aparecidas en los periódicos. Mientras otros se dedicaban a recorrer mundo cámara en mano fotografiando monumentos, Jay Roberts pertenecía al grupo de los que también fotografiaba monumentos, los cuerpazos de sus héroes favoritos. Siempre estaban a la última, por lo que en un periquete se enteraban de qué superhéroe iba a estar y donde en el momento adecuado.
Jay siempre había sentido especial debilidad por el Capitán América Alex Mecum, uno de los superhéroes más cachas y guapos, con fama de dar por culo como nadie. Cuando se quedaba solo en el club por las noches, se cogía sus fotos mirando el traje tan ajustado, observando el paquetón y la musculatura, los biceps entre los que ya se imaginaba, arropado entre sus brazos mientras él le metía la polla por el culo, y se hacía una paja.
Ahora el Capitán América se iba a instalar en la ciudad, en un bloque de apartamentos, y él se haría pasar por mozo para ayudarle a subir sus pertenencias. Hasta ahora le había conocido enfundado en su traje, pero por fin tendría la enorme suerte de descubrir su identidad, la cual seguro no le defraudaba después de ver semejante cuerpazo. El encuentro en el pasillo cuando le entregó una de las cajas fue amor a primera vista. Sin la máscara y vestido de calle su amado Capitán era un chulazo de tomo y lomo.
Jay no pudo sino confesarle lo que sabía sobre él y a cambio de que no contase nada, el Capitán le daría lo que quisiera. Y tenía muy claro lo que quería, que le pusiera de espaldas contra la pared de ese mismo pasillo y que le hiciera todo suyo, poder sentir la fuerza de la polla de su héroe desvirgándole el culo mientras su aliento impregnaba su oreja de gemidos y los pectorales y abdominales le acariciaban la espalda sudorosos. Con lo que no contaba es con que el Capitán América le iba a dar más de lo que esperaba, ofreciéndole también su culo para que se lo follase y su carita para pringarle la jeta de lefa.
El próximo sábado en el club de superhéroes les iba a dejar a todos con la boca abierta cuando les contase la historia.
