[MEN] Vadim Black se folla a Allen King y le lefa la boca en «Son Swap» (Parte 7)
A miles de kilómetros de distancia, lo mejor que les ha podido suceder a Allen King y a Vadim Black ha sido tener internet para poder comunicarse. Ya hacía tiempo desde que se conocieron cuando eran peques en Barcelona y jugaban juntos al balón ese maravilloso verano, hasta que Vadim tuvo que marcharse de nuevo a su país y perdieron todo el contacto. No fue hasta hace poco que lo retomaron y al verse ya creciditos, aunque empezaron a contarse qué tal les fue la vida y ambos tenían novieta, la conversación día a día derivó en algo más, hasta el punto de enseñarse algo más que lo fuertes que se habían puesto en el gimnasio.
Fue en la última sesión por chat, cuando Allen le estaba mostrando el culito que se estaba perdiendo, cuando Vadim le dio la gran sorpresa, su padre y él se iban a pasar unos días juntos de nuevo a Barcelona! Allen se moría de ganas porque llegase ese momento, deseaba tener a ese chaval guapo en que se había convertido Vadim que volvía locas a todas las nenas, estaba deseando besarle y comerle el rabo. Vadim se hacía pajas todos los días viendo el culazo de su amigo por la cam y faltaban ya pocas horas para poder follárselo por fin.
El momento llegó, pero se vieron obligados por las circustancias a disimular su alegría al reencontrarse. Al abrir la puerta a ambos se les iluminaron los ojos, pero tuvieron que fingir que se saludaban como si se hubieran visto ayer (lo cual no dejaba de ser cierto porque estuvieron chateando hasta la tarde antes de que cogiesen el vuelo). Tuvieron la inmensa suerte de poder vivir su primer encuentro a solas, cuando sus padres dijeron que se iban a enseñar la ciudad mientras que la chavalería se quedaba en casa contándose sus cosas. Eso sí, la chavalería incluía a la novia de Allen que asistía al reencuentro de dos amigos.
La dejaron abajo viendo el rosco de Pasapalabra y subieron las escaleras hacia la habitación que casi se pegan una hostia, besándose apasionadamente y tocando con las manos todo lo que podían, empotrándose contra las paredes, metiéndose la lengua hasta la garganta del calentón que llevaban encima. Camisetas fuera, los dos sabían lo que querían para empezar, ya habría tiempo de contarse cosas cara a cara y ponerse al día, ahora necesitaban follar.
El puto rosco duró poco, porque la novia de Allen subió a los pocos minutos, o eso les pareció a ellos, les pilló en un renuncio y lo que vio la hizo huir despavorida, a Vadim sobre su novio, los dos semi desnudos. Las ganas superaron a esa ruptura anunciada y los dos continuaron al tema. Fue Vadim el primero que le bajó los vaqueros a Allen y se hizo con su larga y enorme polla, esa con la que le hacía la culebra y el ding-dong por la cam. Estaba deseando merendársela y así lo hizo.
Allen no podía dar crédito a lo que veían sus ojos, joder qué guaperas se había puesto el cabronazo y encima esa carita guapa era toda para él durante los siguientes minutos, mamándole el rabo, relamiéndoselo primero con la lengua pasando por cada centímetro y metiéndoselo finalmente en la boca. Se hubiera corrido en su interior en ese mismo momento si no es porque estaba deseando que aquello durase lo máximo posible.
De vez en cuando Vadim subía a besarle los labios mientras con una mano le pajeaba fuerte. Bajaba de nuevo a su entrepierna y se quedaba sacando la lengua, comiendo polla, intercámbiándosela con cada mano, primero la izquierda y luego la derecha, intentando hacerse con ese rabo largo desde su base. A Allen le encantó ver esas manos fuertes y los biceps tatuaditos de su colega totalmente enfocados en su polla.
Allen fue el siguiente en bajarle los pantalones y descubrir la jugosa polla del chaval. No era tan larga como la suya pero sí un poco más gorda. Un intento vano de succionarle los huevos a pesar de que lo intentó de veras, pero Vadim era del tipo de chicos que tiene los cojones demasiado pegados a la base la polla, aunque grandes y de buen tamaño. Se entretuvo con el capullo que era como un caramelo de dulce, super suave. En vez de dejar que la cabeza mirase hacia abajo amoldándose al ángulo del rabo, la puso recta y pudo sentir el cipote masajeándole el paladar, resbalando por él hasta casi penetrarle la garganta. Le encantaba esa suavidad, seguro que con la misma suavidad entraba después por su culo.
Un culazo que Vadim enseguida se apresuró a hacer suyo, levantándolo con fuerza sobre el sofá, poniéndolo hacia arriba a la altura de su cabeza para lamérselo bien. Por fin lo tenía delante en 3D, por fin sustituiría la paja por un reventón. Allen ya lo tenía abierto para él desde que le vio aparecer por la puerta, pero le encantó que se lo abriese un poco más a base de plantarle lengüetazos que Vadim amplió hasta la mismísima base de sus pelotas. Le estaba comiendo el culo como si se comiese un coño, pero al fin y al cabo era en lo que ambos tenían experiencia hasta ese instante.
Ese niño que le metía goles de pequeño ahora estaba metiéndole la polla por el culo y lo estaba haciendo de puta madre. Se la metió de lado, agarrándole una pierna y alzándosela por encima para dejarle el culo abierto de par en par. Cuando sintió su polla dentro y miró ese cuerpazo fibradito y musculado, su carita guapa de niñato, esforzándose por follarle, deseó estar así todo el puto día y los siguientes. Menudas vacaciones se iban a pegar.
Tendría a las nenas locas, y ahora entendía otra de las razones del por qué, pero al que le estaba follando el culito era a él. A cuatro patas que se puso para notar a fondo lo empotrador que estaba hecho. Empezó lento a darle por el culo, pero a medida que fue cogiendo confianza y ritmo terminó por agarrarle fuerte por la cintura para hacerse dueño de su culazo blanquito. Allen le prometió por cam que le pajearía el pollón con su ojete sentándose encima, de hecho le hizo una coreografía que a Vadim le dejó los huevos secos, cuando estando por cam Allen se dio la vuelta y empezó a hacer sentadillas. No supo si fue ver la rajita del culete o imaginar su polla ahí dentro, pero cuando Allen se dio la vuelta vio a Vadim con el torso lefado a causa de la corrida involuntaria.
Se lo pajeo, vaya que si se lo pajeó con ganas, ahora que ya le había partido el culo a pollazos, le entraba perfecta como para pegar buenos rebotes sobre sus muslos y enfilarse la polla desde la punta hasta aplastarle los huevos. Un pequeño chorrete de lefa pringó el interior del condón, pero enseguida Vadim pensó en otra cosa para poder disfrutar más tiempo con el rabo dentro de ese precioso culo.
Entre salto y salto, Allen se cogió su larga polla saltarina que no paraba de menearse por el descontrol de la follada y se dejó ir con una corrida casi sin manos, porque se pajeó rápido y frenó en seco justo en el momento en que empezó a salirle el zumo por la punta de la polla, cayendo entre sus piernas y también en la pierna de Vadim. Corrido y con la polla aún dentro de su culo, Vadim le dejó reposar unos segundos antes de sacarle el nardo y levantarse.
Allen fue clarito y directo pidiéndole que se corriese en su cara. Vadim obedeció y comenzó a pajearse la polla delante de su jeta. Allen abrió la boca de par en par, sacó la lengua y Vadim disparó allí donde se lo pedían. El primer disparo cayó en saco roto mordiendo el polvo, pero acercó más su polla para regalarle a Allen el facial de su vida, aún con balas en los huevos para vaciar en esa boquita hambrienta. Le metió una buena rociada de semen sobre la lengua y el siguiente salió disparado sobre los labios, otros tantos le siguieron cayendo dentro de la boca, espesos y blancos. De tanta lefa inundándole la boca, Allen estaba ya tragando sin querer. Vadim se agachó para admirar cómo le había dejado la boquita de color blanco. Aquellos iban a ser unos días maravillosos, lo estaba viendo.
